El pasado mes de mayo, fue lanzado el proyecto de “ENHANCED” una propuesta deportiva financiada por distintas figuras millonarias tales como “1789 Capital”, una firma liderada por Donald Trump JR., Omeed Malik y Chris Buskrik, banquero y empresario respectivamente; la cual daría paso a una nueva categoría en el deporte mediante la cual los participantes podrían competir bajo los efectos del dopaje, viéndose como un “deporte mejorado”.
Esta propuesta representa una compensación al consumo de sustancias dañinas para la salud, creando un entorno que normaliza tales acciones antideportivas no tan solo dañando la imagen del deporte competitivo, sino incitando también a su aceptación y ovación.
“ENHANCED” es una falta de respeto hacia los profesionales del deporte, pues ahora el foco de atención se parte en 2, dándole importancia a un deporte que sienta sus bases en “mejoramientos” hormonales, los cuales brindan una superioridad y efectividad.
Aunque cada quien es libre de consumir lo que le apetezca, en la legalidad, el hacer de estas conductas antideportivas una competencia oficial, que promete ser competidor directo con los juegos olímpicos, se convierte en una falta de valores deportivos; pues solapan la mediocridad que existe en nuestra sociedad dando una opción para aquellos que por falta de constancia y compromiso no llegan a resaltar deportivamente.
Un mérito se obtiene limpiamente y el querer hacer de este mérito algo más alcanzable perjudica al instinto de competitividad que caracteriza al deporte.