Una nueva variante del virus SARS-CoV-2, identificada como NB.1.8.1, ha comenzado a generar alerta en diversos países debido a su rápida propagación y a ciertas mutaciones que podrían impactar la eficacia de las vacunas actuales y la respuesta inmunitaria.

Xalapa, Ver. - Según informes preliminares de instituciones de salud, NB.1.8.1 fue detectada por primera vez en Asia, pero ya ha sido identificada en regiones de Europa y América del Norte. A diferencia de variantes anteriores, esta muestra un mayor índice de transmisibilidad, lo que ha llevado a un incremento sostenido de casos en zonas donde el virus se encontraba relativamente controlado.

Aunque no se ha demostrado aún que cause síntomas más graves que otras variantes, su capacidad para evadir parcialmente la inmunidad —tanto la adquirida por vacunas como por infecciones previas— mantiene en alerta a los sistemas de salud. Investigaciones iniciales sugieren que algunos tratamientos podrían tener una eficacia reducida, aunque los estudios aún están en marcha.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a NB.1.8.1 como una “variante bajo monitoreo” y ha exhortado a los países a fortalecer la vigilancia genómica, acelerar campañas de refuerzo con vacunas actualizadas y mantener la comunicación clara con la población.

Por ahora, las recomendaciones siguen siendo las mismas: uso de mascarilla en espacios cerrados, ventilación adecuada, lavado frecuente de manos y completar el esquema de vacunación, incluyendo los refuerzos más recientes.

Expertos advierten que, aunque ya no estamos en la etapa crítica de la pandemia, el virus continúa evolucionando. La aparición de variantes como NB.1.8.1 recuerda que la vigilancia y la prevención siguen siendo herramientas esenciales para evitar retrocesos.

Por Antonio almendra