En las calles de Xalapa, Veracruz, donde el sol calienta con fuerza y ​​las tardes piden algo refrescante, nació un negocio que hoy endulza ferias, festivales y hasta viaja a otros estados.

Detrás de cada hielito hay una historia de esfuerzo, ingenio y mucho cariño. Esta es la travesía de Mariel Rizo y Luis del Ángel, la pareja que convirtió una idea sencilla en “ Hielitos de los Chidos”, un emprendimiento que ya es reconocido por su sabor y alegría. 

Mariel y Luis se definen con una palabra: “versátiles”. Ella, la maga detrás de los sabores; él, el vendedor incansable que lleva la frescura a cada rincón. Juntos forman un dúo imparable, unidos no solo por el amor, sino por las ganas de crear algo diferente. 

Todo comenzó con una inquietud y un deseo: “salir adelante”. Los primeros sabores, Gansito y Mazapán, fueron el experimento que les dio la confianza para lanzarse. 

Pero el nombre llego por espontaneidad de un cliente, “llegamos a su casa, ofrecimos los Hielitos, el grito a su familia que, si querían hielitos, su familia preguntó que dé cuál, y él contestó pues los (Hielitos de los chidos)”. La mirada cómplice entre Mariel y Luis lo dijo todo: ese sería su sello. 

¿Cómo eligen los sabores? “Los clientes los inspiran”. Desde el exitoso Tiramisú hasta el clásico Mazapán, cada combinación nace de escuchar lo que pide el paladar de sus clientes. Pero lo que realmente los distingue es el corazón que le ponen: ingredientes de calidad, constancia y una sonrisa que acompaña cada venta.  

El camino no fue fácil. Comenzaron vendiendo casa por casa en su moto, con una pequeña inversión. El miedo a invertir estuvo ahí, pero pronto descubrió que la calidad y la originalidad los diferenciarían. Sus hielitos no eran como los demás: la presentación, los sabores y hasta la actitud al venderlos hicieron que la gente los eligiera una y otra vez.   

Sus hielitos han llegado a festivales como Veracruz en el Salsa Fest, la Feria Internacional de Xalapa y su Cultura y hasta eventos en Puerto Vallarta y Jalisco. 

"Recuerdo cuando nos invitaron al Evento Acento UDAL", cuenta Luis con emoción. " Me puse muy contento y me sentí muy importante y en mi mente pasó… Ya los Hielitos son conocidos, ya los están tomando más en cuenta, me pidieron el logo, me dieron horarios, y estuvo muy bonito el evento la verdad". 

Pero no todo es color de rosa. Las lluvias y el frío bajan las ventas. Sin embargo, lo más bonito, dicen, es ver cómo sus clientes los apoyan y cómo el negocio sigue creciendo.   

¿Hasta dónde quieren llegar? “A tener sucursales y que la gente disfrute de nuestra variedad”, sueñan. Incluso piensan en combinarlos con snacks. Y para quienes dudan en emprender, tienen un mensaje claro: 

"Que sean persistentes. El miedo es normal, pero hay que hacerlo igual. Lo que cuesta, vale la pena hacerlo, porque de ahí vienen los resultados y son maravillosos". 

Hoy, “Hielitos de los Chidos” tiene un punto fijo en (Olimpo Amazona, Plaza Diamante Xalapa, Veracruz), pero su verdadero hogar son los corazones de quienes prueban sus creaciones. 

Esta es una historia que sigue escribiéndose, llena de esfuerzo, amor y sabores que conquistan. Al final, los sueños más dulces… a veces vienen congelados.

¿Ya probaste los Hielitos de los Chidos?  Hielitos de los Chidos

Por Shanté Falcón & A.